Lo ideal es consumir la botella de vino una vez abierta puesto que el vino se termina oxidando al estar en contacto con el oxígeno.
Una vez abierta una botella de vino espumoso se oxida en horas, una de vino blanco se oxida en un día prácticamente y una botella de vino tinto puede durar apenas 2 o 3 días.
Hay no obstante algún truco para retardar la oxidación.
En primer lugar podemos tapar inmediatamente el vino, con el mismo corcho, y siempre por el mismo lado que estaba en contacto con el vino (un error muy común es utilizar el otro extremo lo que provoca que puedan entrar en contacto con el vino partículas de polvo del ambiente).
En segundo lugar, podemos usar bombas de vacío manuales que extraen el oxígeno de la botella y ayudan a su conservación durante más días. Finalmente, guardar el vino en lugares oscuros, y no muy calurosos ayudará a conservar más tiempo las botellas abiertas.
Con estos consejos las botellas de vino tinto abiertas pueden llegar a durar entre 4 y 6 días.