Como ya hemos visto en alguna ocasión la fermentación maloláctica (FML) es un proceso clave en la elaboración del vino, que implica la conversión del ácido málico en ácido láctico, lo que suaviza la acidez del vino y le aporta complexidad. La elección entre realizar la fermentación maloláctica en barrica o en depósito de acero inoxidable puede influir en las características del vino. Aquí hay algunas diferencias clave:
Fermentación Maloláctica en Barrica
- Interacción con la Madera: La fermentación en barrica permite que el vino absorba compuestos de la madera, como taninos y otros compuestos aromáticos que pueden añadir complejidad y notas de vainilla, especias o tostado al vino.
- Oxigenación: La microoxigenación que ocurre en barricas permite una evolución más lenta y gradual del vino, lo que puede resultar en una mayor integración de sabores y una textura más suave.
- Estilo del Vino: Este método suele ser más común en vinos tintos y algunos blancos de mayor cuerpo. Puede resultar en un vino más estructurado y con mayor potencial de envejecimiento.
- Coste: El uso de barricas suele ser más costoso debido al precio de la madera y el mantenimiento de las barricas.
Fermentación Maloláctica en Depósito de Acero Inoxidable
- Control de Temperatura: Los depósitos de acero inoxidable permiten un mejor control de la temperatura durante la fermentación maloláctica, lo que puede ser beneficioso para ciertas cepas y estilos de vino.
- Frescura y Pureza: Fermentar en inoxidable tiende a preservar la frescura y los aromas varietales, resultando en vinos más limpios y con una expresión más directa de la fruta.
- Menos Influencia de la Madera: Al no haber contacto con madera, los vinos elaborados en acero inoxidable suelen ser más neutros y menos complejos en comparación con los fermentados en barrica.
- Coste y Espacio: El uso de depósitos de acero inoxidable puede ser más económico y optimiza el espacio en la bodega.
Consideraciones Finales
La elección entre barrica y depósito de acero inoxidable para la fermentación maloláctica depende del estilo de vino que se desee producir, así como de la filosofía del enólogo. Muchos productores también optan por una combinación de ambos métodos, utilizando barricas para una parte del vino y acero inoxidable para otra, logrando así un balance en complejidad y frescura.
Así pues nuestra gama de vinos Amezola realiza la malólactica en depósito mientras que la gama de los Iñigos la hace en barrica.
¡Hasta la próxima!